Para este año la provincia propone el lema vocacional que tiene como núcleo la palabra escucha, pero se complementa para formar “Escucha–te”. El lema invita a una doble pulsación, como si fuera el corazón en movimiento sistólico y diastólico. Por una parte, escuchar aquello que me rodea. De alguna manera invita a abrir los ojos, los oídos y el corazón a lo que sucede a mi alrededor, especialmente entre los niños y jóvenes más pobres. Este latido del corazón invita a no ser indiferente con lo que me rodea, si no a prestar atención y percibir las llamadas que vienen a mí desde el exterior. Este movimiento “hacia fuera”, se complementa con el otro movimiento de vuelta hacia el interior. Las llamadas percibidas afuera ahora se escuchan adentro. Por eso decimos “escúchate”, porque es en la resonancia del interior donde se perciben las llamadas más profundas, el río de vida que corre en el interior y que invita a la vida entregada con servicio y ternura a los otros/as.
Como Escuela Marista vivimos un día vocacional la semana del 29 de agosto al 1 de septiembre de manera presencial con los alumnos de preparatoria hasta bachillerato. El equipo animador de hermanos y laicos Maristas acompañó las experiencias de oración, interioridad y reflexión.
Fue un tiempo especial para tomar consciencia del llamado de Dios a nuestra vida a través de la escucha y el silencio.